El Darwinismo neuronal en el trading

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Una vez el famoso poeta francés, Paul Valery, coincidió con el gran pensador de nuestra era, Albert Einstein, y le dijo: “Estoy pensando en escribir algo sobre la creatividad. Profesor, ¿usted cómo trabaja?”

Einstein le dijo: “Me despierto por las mañanas, me pongo los zapatos, no me pongo calcetines porque es muy complicado, camino y pienso…entonces llega la hora del almuerzo, no puedo pensar porque estoy hambriento, como y luego me encuentro muy cansado así que hago una siesta. Me despierto y voy a navegar.”

Valery sorprendido le dijo: “Imagino que tendrás una libreta para tus anotaciones.”

A lo que Einstein le contesto: “¿Para qué?”

“Para apuntar las buenas ideas.”

Einstein le contesto: “Normalmente tengo pocas y cuando tengo una, no te preocupes que no se me olvida.”

Nuestro cerebro es producto de nuestra evolución elabora un millón de conexiones nuevas por cada segundo de nuestras vidas, no lo hace de forma lógica tal y como entendemos  un ordenador sino que crea una serie de patrones en función de experiencias vividas. Es una especie de selección natural, en base a ello nuestras conexiones cerebrales fortalecen unas redes neuronales en función de si son más ventajosos para nosotros y minimiza otras. En el momento que pasa por unas circunstancias que no puede comparar con nada anterior de lo que conoce, lo guarda como experiencia inédita.  Por todo ello, ningún trader es igual a otro, su cerebro es único e irrepetible y no encontrara en el mundo ningún otro que usando el mismo sistema, las mismas herramientas, el mismo bróker… consiga los mismos resultados.

Es el conocido como Darwinismo neural, una teoría sobre la función cerebral desarrollada por Gerald M. Edelman que explica, cuando el cerebro trabaja y busca modelos o sistemas  va eliminando muchas ideas por el camino porque son tontas, arbitrarias o abstractas hasta que da con la buena y comienza a desarrollar su camino desde este nuevo lugar. El orden que conocemos, la estructura que vivimos nace de la prueba y error, en base a ello somos distintos, el futurible de una curva de cotización de una divisa o índice, se mueve en base a repeticiones y experiencias de millones y millones de personas que no tienen un comportamiento común, es por ello que ninguna rentabilidad pasada será igual a la futura y que por ello los sistemas automáticos normalmente tienen una vida útil tan corta.

Volvamos a fijarnos en el mecanismo que tiene nuestro cerebro para lograr sobrevivir en un mundo en el que no nace con una lógica aprendiza ni con ningún tipo de conocimiento y hagamos el símil con nuestro trading diario.

Para nuestro cerebro no hay un modelo concreto que tiene que repetirse de manera consistente e inquebrantable. Sino que lanza muchos sistemas a la vez y se va quedando con los caminos  que sobreviven. En la conferencia que dimos la semana pasaba sobre trading explicábamos que el modelo de trading de Enbolsa no es un sistema concreto sino la unión de varios, que no es un modelo fijo e imperturbable sino que está vivo y según circunstancias es flexible. Esto incorpora un factor imposible de automatizar, porque cuando estas delante de las pantallas, es la intuición la que te dice si la siguiente operación la siente o no la siente. Y los trader consistentes saben a qué me refiero, saben perfectamente cuando dar riendas sueltas a su ingenio y cuando quedarse quietecitos y aceptar la parte mecánica de su modelo.

Nuestro cerebro es mitad consiente y mitad inconsciente. La parte consiente es muy lenta, fíjate cuando acercas la mano a algo que quema como retiras la mano incluso antes de sentir el dolor. Esta reacción nace de nuestra parte inconsciente es la que nos alerta y toma acción antes incluso de que la otra parte lo procese. Todo en la vida no podemos dejarlo en manos de la programación y las maquinas puesto que hay cosas que se sienten antes de conocer los resultados.

En nuestro mundillo no existe ni un solo trader que no sueñe con que algún día las curvas que analizamos y examinamos tan minuciosamente cobraran sentido y nos llevaran al éxito absoluto. Cuando no hay un solo método, ni sistema, ni modelo, el único camino está en sobrevivir al igual que nuestras interconexiones celébrales van seleccionando sus caminos a través de nuestro laberinto neuronal, puesto que lo único evidente es que tenemos un pasado conocido y un futuro por definir. Articulo inspirado en un programa de Redes donde sale Gerald M. Edelman el premio nobel de Fisiología y Medicina en 1972.

Bue trading amigos!

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