INVERSIONES ALTERNATIVAS III

galería de arte

Una semana más os traigo un nuevo post acerca de las posibles inversiones alternativas que se pueden llevar a cabo. Esta semana os traigo una alternativa muy interesante: Las inversiones en objetos de arte y antigüedades. Este campo comprende la adquisición en pinturas, esculturas u otras obras de arte, así como antigüedades.

La primera de ella consistiría en la inversión en pintura, escultura y otras obras de arte análogas puede realizarse sobre obras clásicas o contemporáneas. Las obras clásicas están suficientemente contrastadas y gozan de una revalorización segura y persistencia en el tiempo, por lo que creo que es interesante como opción a tener en cuenta. Las contemporáneas pueden ser interesantes para especuladores que esperan una alta revaloración debido al reconocimiento progresivo del autor. Nos limitaremos a referirnos al antes y después del siglo XX para separar el periodo clásico del contemporáneo. A modo de ejemplo del potencial de este sector comentar que actualmente el cuadro más caro de la historia es Interchange de William de Kooning (1955). Fue adquirido por Ken Griffin por 300 millones de dólares. Su actual localización es el Instituto de Arte de Chicago.La inversión en arte presenta ventajas claras como son la facilidad de conservación, no pagar impuestos por la tenencia del bien tangible y la relativa facilidad de negociación y comercialización tanto del ámbito nacional e internacional, además la evolución del valor es independiente de la inflación y la moneda. Desde el punto de vista del inversor el riesgo puede ser calculado ya que la oferta de arte original es inelástica, por lo que un aumento del valor del bien no trae aparejada un incremento de la oferta.

Por tanto, este tipo de inversión se caracteriza por ser excepcionales y valiosos, sin olvidar que aquellos títulos que alcanzan precios récord en subastas traen consigo un historial de propietarios de prestigio, cosa difícilmente imitable.

El principal inconveniente de este tipo de activos radica principalmente en la legitimidad de la autoría. Además, son inversiones sin un valor fundamental y no generan ingresos periódicos, así como la inexistencia de un valor de mercado que haga saber el precio de la pieza. La única manera de saberlo es vendiéndolo.

Si hablamos de antigüedades, debemos comenzar analizando aquellos objetos que entran dentro de este grupo: sillerías, escritorios, mesas, candelabros, espejos, joyas antiguas (no confundir con las joyas enumeradas en el post de inversión en metales preciosos y diamantes), relojes, discos de música, objetos textiles, y largo etc.

Esta inversión consiste en la adquisición de objetos con características determinadas que el paso del tiempo ha hecho que creen valor de manera que sean consideradas como de interés general. Para hablar de antigüedad debemos considerar aquel objeto cuya vida es superior a un siglo y tenga una naturaleza artesana que lo haga escaso y único, frente a, por ejemplo, una edición ilimitada en serie.

Es por ello que ambos campos deben ser considerados como alternativas de inversión a largo plazo (horizontes temporales de 50 años presentan un ratio positivo de rentabilidad/riesgo). Siendo así la ganancia puede estar asegurada, incluso expertos del Citibank comentan que en algunos casos han superado la rentabilidad que ofrece la renta fija, por lo que pueden ser considerados como valores refugio a la espera de una subida de valor.

Entre los principales inversores en este tipo de activos se encuentran coleccionistas privados de corte aristócrata. En España tenemos ejemplo de ello, con la exquisita colección Thyssen – Bornemisza así como las colecciones corporativas de grandes empresas.

¡Disfruta del trading!

Jesús González – @jesgonval

 

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