Y ahora… ¿Cuál será el próximo pronostico?

eeuu

“En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.” Ramón de Campoamor

El mundo mira con inquietud a estados unidos, la palabra más usada para estas elecciones americanas fue la palabra, sorpresa. Tras la crisis financiera producida en 2008, ha habido infinidad de pronósticos fallidos y concretamente este año ya vamos por dos, a priori con el brexit y ahora con el descuento por adelantado de la victoria de Clinton.

El doctor Philip Tetlock se tomó la molestia de evaluar 82.361 pronósticos de un total de 284 expertos en un periodo de 10 años. El resultado es que es difícil que acierten y cuando alguno lo hacía era por pura casualidad. El economista John Kenneth Galbraith decía ganándose el odio de su propio gremio: “hay dos clases de personas que pronostican el futuro: los que no saben nada y los que no saben que no saben nada”

“Si quieres saber del mercado, pregúntale al mercado” es cuestión de tiempo saber quién gana la partida. No se trata de acertar el fututo sino de tomar decisiones gestionando el riesgo, para que pase lo que pase no nos quite demasiado. Dejemos los pronósticos alejados de nuestras finanzas y mucho menos imaginemos cómo nos sentiremos si sale un resultado u otro. Imaginamos como nos sentiremos sí nuestra acción comprada nos da beneficio e imaginamos como nos sentiremos si nuestra acción comprada nos lo quita. Este “pronostico afectivo” es siempre incorrecto. Sobreestimamos los efectos buenos que por regla general son efímeros y tememos las experiencias dolorosas pensando que no las superaremos, por suerte pasan antes de lo que creemos. ¿Nunca se ha llevado un gran palo en bolsa y decidió que nunca volvería a operar? Si la respuesta es sí y está leyendo nuestro blog, entenderá a que me refiero.

Trump promete toda una serie de cambios radicales al previo statuo quo establecido y estas variaciones como poco traerán incertidumbre en el corto plazo a los mercados. Pienso que la volatilidad será nuestra próxima compañera de viaje, aunque observar los mercados desde un espejo esperanzador o un espejo temeroso nos llevara siempre a tomar malas decisiones, esos prismas diferirán mucho de las probabilidades de lo que históricamente suele ocurrir y las posibles variaciones entorno a ello. En un artículo anterior, comentábamos que somos prisioneros de los mapas mentales que nos creamos, el cerebro es un motor de búsqueda pero a veces ya lo llevamos programado con una idea preconcebida (alcista o bajista) enfocamos esta hipótesis y localizamos patrones e indicadores que corroboran este estudio. Con esto me refiero a que no caigamos de nuevo en la trampa de lo que pasara a partir de ahora. Trabajamos en un mundo de muchísimas variables cambiantes e imagino que también habrá muchos cambios entre la retórica de Trump para ganar las elecciones y la realidad de dirigir un país. Así que si se acerca de nuevo al gráfico con la mente vacía seguramente se le irán clarificando las ideas, confíe en tu intuición. Le deseo audacia para decidir, humildad para rectificar y sobre todo grandes dosis de realismo.

Buen trading amigos!

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